El capitalismo se basa en la propiedad privada de los medios de producción, lo que permite a los individuos y empresas controlar recursos y generar riqueza. Esta propiedad puede conferir un poder significativo sobre la economía y la sociedad, lo que a veces lleva a la percepción de que los ricos tienen más influencia sobre la ley y su aplicación.
El poder económico a veces puede traducirse en prácticas corruptas donde los intereses privados prevalecen sobre el bien público, puede manifestarse en la evasión de responsabilidades legales por parte de grandes corporaciones o individuos adinerados... el capitalismo también implica un marco legal diseñado para proteger tanto los derechos de propiedad como los derechos individuales y la efectividad de este marco depende del contexto político y social.