Ya tarde, dos judíos caminan por cierto barrio cuando se dan cuenta de que los siguen un par de matones.
“David”, dice el primero, “será mejor que nos vayamos de aquí. ¡Ellos son dos y nosotros estamos solos!
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En un pequeño pueblo de Polonia se estaba extendiendo un rumor aterrador: habían encontrado asesinada a una joven cristiana.
Por temor a represalias, la comunidad judía se reunió en el lugar para planificar todas las acciones defensivas que fueran posibles dadas las circunstancias.
Justo cuando se iniciaba la reunión de emergencia, entró corriendo el presidente de la sinagoga, sin aliento y muy emocionado. “Hermanos”, gritó, “¡tengo noticias maravillosas! ¡La muchacha asesinada es judía!
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Llegan los del Censo a la casa de Goldman.
“¿Vive aquí Louis Goldman?” pregunta.
“No”, responde Goldman.
"Bueno, entonces, ¿cómo te llamas?"
“Luis Goldman”.
"Espera un momento, ¿no me acabas de decir que Goldman no vive aquí?"
“Ajá”, dice Goldman. “¿A esto lo llamas vivir?”
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Tres judíos recién convertidos al cristianismo estaban tomando una copa juntos en un restaurante de lujo. Comenzaron a hablar sobre las razones de sus conversiones.
“Me convertí por amor”, dijo el primero. “No por el cristianismo, sino por una chica cristiana. Como ambos sabéis, mi esposa insistió en que me convirtiera”.
“Y yo”, dijo el segundo, “me convertí para ascender en el ordenamiento jurídico. Probablemente sepan que mi reciente nombramiento como juez federal puede haber tenido algo que ver con mi nueva religión”.
El tercer hombre habló: “Me convertí porque creo que las enseñanzas del cristianismo son superiores a las del judaísmo”.
"¿Estás bromeando?" dijo el primer hombre, escupiendo su bebida.
“¿Por qué nos tomas, por un par de goyim?”
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¿Cuántos sionistas se necesitan para reemplazar un foco?
Cuatro: uno para quedarse en casa y convencer a otros de que lo hagan, un segundo para donar la bombilla, un tercero para instalarla y un cuarto para proclamar que todo el pueblo judío respalda sus acciones.
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En el funeral del hombre más rico de la ciudad, un desconocido vio a una mujer llorando muy fuerte. El extraño dijo: “¿Es usted pariente del difunto?”
"No."
"Entonces, ¿por qué lloras?"
"¡Es por eso!"
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Bernstein llega al trabajo un día a las nueve. Llega muy tarde. El jefe está furioso. "¡Deberías haber estado aquí a las 8:30!" grita.
"¿Por qué?". “¿Qué pasó a las 8:30?”
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Bloomberg, en un viaje de negocios, se encontró usando un baño público. Acababa de ponerse cómodo cuando notó que el rollo de papel higiénico estaba vacío. Llamó al del siguiente espacio: "Disculpe, amigo, pero ¿tiene papel higiénico ahí?".
"No, me temo que tampoco parece haber aquí".
Bloomberg hizo una pausa por un momento. "Escucha, dijo, ¿tienes un periódico o una revista contigo?"
"Lo siento, no tengo".
Bloomberg volvió a hacer una pausa y luego dijo: "¿Qué tal dos de a cinco por uno de a diez?"
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La esposa de David se divorció por razones religiosas. ¡Ella adoraba el dinero y él no tenía!
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Feinstein regresó a casa de un viaje de negocios y descubrió que su esposa lo había engañado.
“¿Quién fue?” rugió. “¿Ese bastardo de Wolf?”
“No”, respondió su esposa. "No fue Wolf".
“¿Era Green ese canalla?”
“No, no fue él”.
"Lo sé, debe haber sido ese idiota de Sherman".
"No, tampoco fue Sherman".
Feinstein estaba furioso. “¿Qué pasa?” clamó. “¿Ninguno de mis amigos es lo suficientemente bueno para ti?”
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Un hombre pobre que camina por el bosque se siente lo suficientemente cerca de Dios como para preguntar: “Dios, ¿qué significan para ti un millón de años?”
Dios responde: “Hijo mío, un millón de años para ti es como un segundo para mí”.
El hombre pregunta: "Dios, ¿qué significa para ti un millón de dólares?"
Dios responde: “Hijo mío, para ti un millón de dólares es menos que un centavo para mí. No significa casi nada para mí”.
El hombre pregunta: “Dios, ¿me puedes dar un millón de dólares?”
Y Dios responde: "En un segundo".
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