Un artículo publicado por Mara Altman en The New York Times, que recoge los beneficios de esta estatura por debajo de la media. Para ella, ser alto está sobrevalorado y lo defiende desde sus 1,52 metros. “La exaltación de la altura tenía sentido cuando facilitaba la supervivencia.
Según la autora entre las ventajas de ser bajito están:
Las personas bajas son más longevas y presentan una menor incidencia de cáncer. Una teoría dice que esto se debe a que, cuanto menor es el número de células, menor es la probabilidad de que alguna se tuerza. “Prefiero eso a lograr encestar un pelota algún día”, afirma Altman es escritora y autora de Gross Anatomy.
Menor consumo. Thomas Samaras, quien lleva 40 años estudiando la altura, calculó que, si mantuviésemos nuestras mismas proporciones, pero fuésemos el 10 por ciento más bajos solo en Estados Unidos, ahorraríamos 87 millones de toneladas de comida al año. En un mundo habitado por 8.000 millones de personas no es un dato menor.
Menor coste. La autora asegura que sus hijos mellizos, gracias a su baja estatura, gastan menos en ropa o zapatos, pues las tallas infantiles son lógicamente más económicas que las de edad adulta, y “comen como un pajarito y no pasa nada, están sanos”.
Mayores opciones de sobrevivir. Asegura la escritora en el polémico artículo que en caso de tener que emigrar de la Tierra, los bajitos tendrán más opciones de entrar en naves espaciales al tener menos tamaño y en épocas de carestía, como ya afirmó Yuval Noah Harari en su popular libro ‘Sapiens’ tienen más posibilidades de salir adelante. “Las personas grandes, que necesitan mucha comida, fueron las primeras en morir”, escribió.
Más inteligentes. Medio en serio, medio en broma, en su texto afirma la autora que su marido, que mide 1,70, “había tenido que desarrollar su ingenio” al no poder sobresalir por su altura, al tiempo que relata que “Nancy Blaker, investigadora afincada en Países Bajos que estudió el estatus social, afirmó que los hombres bajos, contrariamente a los estereotipos dominantes, podrían “compensar” su menor estatura al desarrollar cualidades positivas”.